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La Magia de los Pinceles. Por Isabel Racciatti. Nivel A - Módulo 2 - Consigna 2 gamma


Lo que más tarde llamaríamos una hermosa pintura comenzó en Francia un diez de febrero de 1998. Felipe era un pintor de 37 años y no muy reconocido porque sus obras no eran vendidas. A él le gustaba coleccionarlas.

Su atelier era pequeño, oscuro, frío cubierto de cuadros, espejos, alfombras y velas encendidas, sin muebles y solo tenía un baúl antiguo que se lo había regalado su abuela.

Un día, el pintor, puso un aviso en el diario de la zona solicitando una modelo de origen mestizo para ser su nueva obra, estaba cansado de pintar rubias.

Esa tarde, mientras tomaba su cuarto vaso de vino, preparó un lienzo, oleos y pinceles, ya estaba listo para pintar. Alzó su mirada y tras uno de los espejos, creyó ver a una mujer morena envuelta en un grueso abrigo, ella sin decir nada posaba intrigada. Con voz suave Felipe le dijo: ¡Serás una modelo haciendo un desnudo! Trataré de no tardar mucho.Ella con mucha vergüenza dejó caer su abrigo. Él quedó deslumbrado ante esa figura, con piel aterciopelada, ojos claros y una sonrisa cautivante.

Comenzó a dar sus primeras pinceladas, el negro, el blanco, el marrón, el celeste, empezaron a esfumarse, como por arte de magia las horas pasaron, los pinceles danzaban, las velas ya no alumbraban, y en la mente de Felipe unas preguntas se repetían sin cesar ¿Quién era esa mujer?, ¿Dónde vivía?, ¿Qué hacia?

Luego de varios minutos había terminado, más que una pintura era una fotografía realizada.

Felipe entornó los ojos y al volverlos a abrir, la mujer ya no estaba, se acababa de esfumar sin decir nada.

Pasados varios años, su atelier cambió, hoy tiene luz, paredes de colores, un fogón encendido, sillones, mesas, candelabros y su pintura más amada.

Y ahora en la mente de Felipe ya no suenan esas preguntas que se repetían mientras pintaba a la morena, ahora en su mente solo se repite: “Mujer morena te fuiste, ¿Por qué no dijiste nada?, me enamoré sin querer, te amo y no sabes nada.

Sentado en su antiguo baúl cierra sus ojos pero vuelve a la realidad por un llamado en su puerta.

Cuando se acerca al umbral, sus ojos se abren más que nunca, al reconocer el abrigo, la mujer ya no era la misma, era morena, de piel aterciopelada, pero de cabellos plata, y le hace una pregunta: ¿Tú tienes un cuadro de una morena joven?

Sí, le contesta él, nunca la pude vender. Es el cuadro de mi amor eterno.

Ella sorprendida, deja caer su abrigo, y le dice que la vuelva a pintar.

Los pinceles nuevamente comienzan a danzar, el ambiente envuelto con los densos vapores de los oleos… y es en este momento, que Felipe al pintar esas curvas que reconocía de memoria, se da cuenta de que la morena regresó por su amor.



Isabel Racciatti
Modalidad: a distancia
Campus Virtual – Profesora: Julia Martín
Biblioteca Popular “José A. Guisasola”
Junio de 2015

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